La idea principal fue conformar a partir de una estructura existente un conjunto de consultorios médicos modernos, funcionales y luminosos.

La obra de 170 metros cuadrados, está compuesta por dos sectores: frente y fondo. Estos se separan por patios internos que iluminan y dan calidad de espacio, tanto a los consultorios como a los sectores comunes y de espera.

La fachada reconstruye a la obra como unidad. Separa a la recepción a partir de un volumen alto y espacioso, jugando con texturas y colores.